Todos conocemos a una persona cuyo interminable fluir de palabras acaba por marearnos. Mantener una conversación es un arte y es bueno aprender a cerrar los labios de vez en cuando. Sobre todo cuando estamos solteros y buscamos pareja.
¡El embalaje también importa!
Lo más preciado de un regalo es lo que se esconde debajo del envoltorio. ¡Pero eso no significa que el empaque no cuente! La presentación dice mucho sobre quién está dando el regalo. ¡Y esto también es cierto cuando te estás dando a ti mismo!
¡Abre mis ojos, Señor!
“Abre los ojos de mi corazón…”, dice el himno popular de Paul Baloche. Y lo cantamos a todo pulmón. Pero, ¿hacemos de ello una oración? Podemos estar tan distraídos por lo mundano que nos olvidamos de la eternidad.
Es hora de escribir un nuevo capítulo
Es importante tomarse el tiempo para reflexionar sobre nuestros errores y llorar ciertos eventos desafortunados en nuestras vidas. Pero también hay que saber cuándo es necesario cerrar el capítulo anterior y empezar uno nuevo.
¿Estás listo para recibir tu milagro?
Cuando suplicamos a Dios por un favor, nos imaginamos recibir nuestra respuesta bellamente envuelta, con polvo de estrellas arremolinándose y violines. Sin embargo, los milagros de Dios no siempre son muy hermosos.