Cuando entregamos nuestra vida a Dios, nos convertimos en miembros del mismo Cuerpo. ¡Y no estamos unidos sólo los domingos por la mañana! Incluso las decisiones que tomamos durante la semana, solos en casa, tienen un impacto en el Cuerpo de Cristo.
Lo siento lo suficiente para cambiar
¿Estamos listos para dar la espalda al pecado y seguir a Jesús? Él nos dará la fuerza para hacer lo que nos ha llamado a hacer.
Vuelta a los origenes
Podemos perdernos fácilmente en debates teológicos y cuestiones doctrinales muy puntuales. Ampliar nuestro conocimiento de la Biblia es una gran práctica, pero a veces es bueno volver a lo básico: amar a Dios.
¿Lo ves?
Nos distraemos tan fácilmente. Tenemos un proyecto por terminar, pero nos perdemos en los videos cortos que nos ofrecen nuestras redes sociales. No es de extrañar entonces que también perdamos de vista el Reino de Dios que nos rodea.
La importancia de nuestra nueva identidad
La vida puede pasar tan rápido que a veces olvidamos quiénes somos en realidad. Tomamos todo tipo de títulos que creemos que son importantes. Sin embargo, es nuestra identidad en Cristo la que silencia nuestras preocupaciones.