Sabemos que vivir con miedo no es el plan de Dios para nuestras vidas. Nuestro Padre Celestial quiere vernos realizados y libres. Pero la Biblia todavía nos anima a tener un temor, el del Señor. ¿Tienes que tener miedo de Dios? No del todo.
Ir a ninguna parte
Miramos las paredes de nuestro dormitorio y empezamos a soñar. Y si tuviéramos más de esto, o más de aquello… Ahora, si creemos que tener más nos llevará a alguna parte, debemos estudiar la historia de Salomón.
Preguntar en lugar de asumir
¿Cuántas veces ha llegado a una conclusión sobre una situación, o peor aún, sobre una persona, sin siquiera hacer algunas preguntas para ver si sus suposiciones eran válidas? Todos hemos cometido este error. Es hora de poner fin a eso.
Cuando no sabemos qué orar
A veces nuestro celibato nos pesa mucho en el alma y nos arrodillamos para rezar por esto, pero no sabemos qué pedir. Aquí es donde el Espíritu Santo puede ayudarnos.
Ser más como Cristo
¡Nuestra vida cristiana no se detiene en nuestra oración de salvación! Aquí es donde todo comienza. Entonces estamos llamados a convertirnos en discípulos de Cristo, y también a ayudar a los nuevos creyentes a convertirse ellos mismos en discípulos. ¡Vamos! ¡En el trabajo!