Sabemos lo que Dios espera de nosotros, pero cuando nos enfrentamos a deseos urgentes (¡como estar en una relación!), a veces perdemos el deseo de permanecer fieles a Dios. Mire las razones por las que permanecemos en santidad.
Sabemos que lo mejor que Dios nos ha dado es su Hijo Jesús. Su sacrificio nos dio vida eterna, ¿qué más podemos pedir? La generosidad de Dios no tiene límite y nuestro Padre quiere bendecir aún más a sus hijos.