Solteros, a veces tenemos miedo de molestar a nuestros amigos casados llamándolos periódicamente. ¡Sin embargo, esto no suele ser el caso! No dude en escuchar de ellos.
La preocupación paraliza
Este desafío al que nos enfrentamos se apodera de nuestros pensamientos. Tanto es así que puede impedirnos dormir o encontrar las soluciones adecuadas. La preocupación nos asfixia: ¡tenemos que deshacernos de ella!
El templo del Espíritu Santo… ¿yo?
Nuestros pastores se ven fuertes, son guapos, están llenos del Espíritu de Dios y… están casados. Con nuestros fracasos en el amor, los solteros podemos sentirnos menos calificados para servir a Dios. ¡Pero eso no es lo que Dios dice!
Aprende a separar hechos y emociones.
Cuando tenemos que tomar una decisión o analizar una situación, es mejor utilizar los hechos que nuestras emociones. Este consejo es práctico para todas las áreas de nuestra vida, incluida nuestra vida amorosa.
No necesitas un título para actuar
A cada trabajo se adjunta una lista de tareas. Cuando una solicitud no coincide con la lista, algunas personas se encogen de hombros y se niegan a hacerlo. Una posición legítima en el lugar de trabajo, pero no en el Reino de Dios.