Por supuesto, hacer lo que Dios quiere es muy importante. Pero Dios no quiere pequeños robots. También quiere que nuestras acciones estén acompañadas de una buena actitud.
La actitud de un vencedor
A veces consideramos que un cristiano es fuerte y vencedor si no parece estar viviendo ningún sufrimiento, si todo le parece fácil o si está lleno de bienes materiales. Pero, ¿es realmente una buena forma de verlo?