“Ya no hay más condenación para los que están en Cristo Jesús”. Escuchamos esto a menudo en las iglesias que predican la gracia. Entonces, cuando nos sentimos culpables, ¿deberíamos rechazar ese sentimiento? ¡No necesariamente!
Lo siento lo suficiente para cambiar
¿Estamos listos para dar la espalda al pecado y seguir a Jesús? Él nos dará la fuerza para hacer lo que nos ha llamado a hacer.
Seguir confiando en Dios
Recibimos una promesa de Dios y estamos instantáneamente llenos de confianza. Pero, cuanto más pasa el tiempo, cuanto más nos prueban, más comenzamos a buscar otras soluciones. ¡Y esto es, por supuesto, un gran peligro!