Es bueno tener ambición, pero no debes vivir de capa caída hasta lograr tus sueños. Nuestro gozo debe provenir de nuestra salvación. Nuestro sentido de satisfacción debe depender de nuestra relación con Dios.
“Pero es una buena persona …”
Este es un argumento que muchos líderes espirituales escuchan de los solteros que buscan pareja. “¡No es cristiano, pero es súper dulce!” ¿Qué hay de malo en enamorarse de una “buena” persona atea?