A veces siento que no pertenezco a un grupo, que soy diferente. Pero cuando estoy con otros creyentes, sé que mi identidad en Cristo supera cualquier cosa que no tenga en común con mis compañeros.
¡Al ataque!
Nos encanta hablar mucho sobre el amor, la paz y el favor de Dios. ¡Y todo esto es cierto! ¡Pero no debemos olvidar que también somos soldados en una misión para destruir las obras del diablo!
¿Para qué es tu salvación?
Cuando le damos nuestra vida a Dios, no solo somos libres de la muerte eterna, sino que heredamos todo tipo de promesas. ¡Debería hacernos radiantes! Sin embargo, algunos cristianos todavía caminan con rostros tristes.
A cada uno a su camino
Ya sea en el amor, en nuestro camino profesional o incluso en nuestro crecimiento espiritual, debemos recordar que Dios nos creó a todos diferentes con una misión diferente. Por tanto, es inútil imitar a los demás.