Nadie necesita enseñarnos la ley del talión (ojo por ojo). Nuestra carne sólo se satisface cuando nuestro agresor se convierte en víctima. Pero esta vía sólo produce más represalias. Dios tiene otro camino para nosotros.
Acerca de Pasión374
Nadie necesita enseñarnos la ley del talión (ojo por ojo). Nuestra carne sólo se satisface cuando nuestro agresor se convierte en víctima. Pero esta vía sólo produce más represalias. Dios tiene otro camino para nosotros.