La espera puede parecer larga… tan larga que nos preguntamos si Dios nos ha olvidado. Pero cuando pensamos que es demasiado tarde para nuestro milagro, ¡Dios nos sorprende con una solución que es más milagrosa de lo que imaginamos!
¿Estás listo para recibir tu milagro?
Cuando suplicamos a Dios por un favor, nos imaginamos recibir nuestra respuesta bellamente envuelta, con polvo de estrellas arremolinándose y violines. Sin embargo, los milagros de Dios no siempre son muy hermosos.