Le pedimos a Dios una solución particular y esa es el silencio. Incluso podemos terminar preguntando: “¿Dónde está Dios?” Nadie puede explicar todas las razones de estos silencios, pero aquí tienes algunas ideas para animarte.
Una práctica para el cielo
La Biblia no nos dice mucho sobre el cielo o lo que haremos durante nuestra eternidad con Dios. Pero una cosa es segura, siempre estaremos en la Presencia de Dios. ¿Estás listo para esto?
¡Orar por los demás es bueno para nosotros!
¿Haces esto? A veces tenemos dificultades para encontrar tiempo para hablar con Dios y mucho menos para interceder por los demás. Sin embargo, no es sólo nuestro deber, ¡también es muy beneficioso para nuestro crecimiento espiritual!
Cuando no sabemos qué orar
A veces nuestro celibato nos pesa mucho en el alma y nos arrodillamos para rezar por esto, pero no sabemos qué pedir. Aquí es donde el Espíritu Santo puede ayudarnos.
Enojado con dios
Sabemos quién es Dios; sabemos que tenemos que venerarlo. Pero a veces, generalmente después de una oración sin respuesta, experimentamos más que desilusión, estamos enojados con Dios. ¿Qué hacer con este sentimiento?