Vivir solo tiene sus ventajas, siendo la libertad y la paz dos ventajas principales. Pero la soltería también conlleva grandes desafíos: domar la soledad, alimentar nuestra necesidad de afecto, controlar nuestras finanzas y también, preocuparnos por nuestro futuro.
4 razones para no preocuparse
Cuando tenemos el deseo de estar en una relación, es normal, en ocasiones, preguntarnos por qué seguimos solos y cómo encontrar pareja. Pero estas preguntas nunca deben convertirse en una preocupación.
La preocupación paraliza
Este desafío al que nos enfrentamos se apodera de nuestros pensamientos. Tanto es así que puede impedirnos dormir o encontrar las soluciones adecuadas. La preocupación nos asfixia: ¡tenemos que deshacernos de ella!
La voz ensordecedora del miedo
¿Cuántas malas decisiones tomamos porque reaccionamos al miedo? Miedo a perder, miedo a ser juzgado por los demás… ¡Cuidado! La voz del miedo puede sepultar la voz del Espíritu Santo y robarnos la paz.
Practica la empatía
En un mundo muy egocéntrico, la empatía es una cualidad que se está perdiendo. Sin embargo, Jesús nos enseñó muchas veces a adoptar esta actitud. Y para alguien soltero, practicar la empatía ahora puede asegurar el éxito de un futuro matrimonio.