Todos estamos esperando una respuesta de Dios en un área u otra de nuestras vidas. Si realmente tenemos fe en que Él responderá, debemos demostrarlo preparando nuestros corazones para recibir esta bendición.
Cuando una bendición se convierte en piedra de tropiezo
Nuestro Padre Celestial es tan generoso. Cuando seguimos Sus caminos, Él nos conduce a maravillosas bendiciones. Pero cuidado, si no cuidamos bien estos hermosos frutos de Dios, pueden pudrirse y envenenar nuestra vida.
¿Estás listo para recibir tu milagro?
Cuando suplicamos a Dios por un favor, nos imaginamos recibir nuestra respuesta bellamente envuelta, con polvo de estrellas arremolinándose y violines. Sin embargo, los milagros de Dios no siempre son muy hermosos.