Sabemos que lo mejor que Dios nos ha dado es su Hijo Jesús. Su sacrificio nos dio vida eterna, ¿qué más podemos pedir? La generosidad de Dios no tiene límite y nuestro Padre quiere bendecir aún más a sus hijos.
¡Sé como Jesús… en todas partes!
Nuestro Señor era perfecto y constantemente en unísono con su Padre. Buscar ser como Él es una tarea que parece imposible. Pero hay algunas pequeñas actitudes de Jesús que son más fáciles de adoptar, y ese es un buen punto de partida.
La resolución de dar más
Al leer las promesas de Dios en la Biblia, dirigimos nuestras oraciones y acciones hacia lo que podemos recibir. Esto no está mal, pero también hay que recordar que a veces hay que tener determinación para dar.