¡Nuestra vida cristiana no se detiene en nuestra oración de salvación! Aquí es donde todo comienza. Entonces estamos llamados a convertirnos en discípulos de Cristo, y también a ayudar a los nuevos creyentes a convertirse ellos mismos en discípulos. ¡Vamos! ¡En el trabajo!
¿Para qué es tu salvación?
Cuando le damos nuestra vida a Dios, no solo somos libres de la muerte eterna, sino que heredamos todo tipo de promesas. ¡Debería hacernos radiantes! Sin embargo, algunos cristianos todavía caminan con rostros tristes.
¡La salvación no lo cambia todo!
El regalo más hermoso que Dios nos ha dado es la salvación, a través de la muerte de su hijo Jesús en la cruz. Sin él, nuestra vida no tendría sentido. Pero cuidado, ¡hay áreas de nuestra vida que no habrán cambiado después de nuestra salvación!