Al leer el primer capítulo de Romanos, entendemos que nuestra salvación eterna, pero también nuestro bienestar diario, simplemente se reduce a “a quién” elegimos reverenciar y a quién damos nuestra gratitud.
Sigue el espíritu de la ley
Muchos solteros se preguntan hasta dónde pueden llegar antes de que se convierta en pecado. O lo que pueden permitirse hacer sin desagradar a Dios. Desafortunadamente, ¡esta no es la pregunta correcta para hacer!